Para las mujeres brasileñas pobres, además de los prejuicios típicos de una sociedad que lleva marcas profundas del modelo racista y oligárquico de una élite propietaria de esclavos, se agrega una discriminación de género alimentada por el patriarcado. Sabemos que enfrentan enormes dificultades a diario, ya que los datos indican que las mujeres brasileñas tienen salarios más bajos que los hombres, acumulan trabajo formal con el trabajo doméstico y sufren violencia de varios tipos. Para las mujeres rurales, esta realidad puede ser aún más emblemática, ya que el trabajo en el espacio doméstico se confunde con el trabajo realizado en el campo. Tampoco podemos olvidar la gran cantidad de mujeres que están fuera del mercado laboral formal. Este texto hace una reflexión teórica, buscando contribuir a la construcción de otra epistemología que apunte a un proceso de autonomía y emancipación para las mujeres pobres. Para ello, busca un diálogo entre el pensamiento descolonial, la educación popular y el feminismo, con el objetivo de contribuir a la construcción de un pensamiento educativo feminista latinoamericano.
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