La retirada estadounidense de Afganistán ha puesto de manifiesto la dificultad de desarrollar operaciones de estabilización y la trascendencia política de sus consecuencias. A comienzos del siglo XX el Ejército Español acometió operaciones de dicha índole durante el establecimiento del Protectorado, con luctuosas y dramáticas consecuencias durante el desarrollo inicial de la campaña de Melilla de 1921 en los combates de Annual y Monte Arruit. Para algunos, ese fracaso vino motivado por ciertos aspectos singulares del Ejército Español de la época; sin embargo, un análisis comparativo demuestra que en un entorno operativo similar a lo a largo del tiempo, ejércitos muy poderosos han fracasado de forma parecida al desatender aspectos concretos de determinadas funciones de combate
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