La redención de las heridas y ausencias, o la justificación de la vida, recorre la mayor parte de las artes narrativas, tanto literarias como cinematográficas. La salvación es el tema más profundo y universal. Al respecto, la película Vivir, de Akira Kurosawa, ocupa desde su estreno en 1952 un lugar destacado por haber afrontado la cuestión de la justificación de la vida de un modo directo a partir de una pregunta clásica que formula un médico en el curso de la película: ¿qué harías si solo te faltaran seis meses de vida?
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