La Mallorca de la primera mitad del siglo XVII se caracteriza por su conflictividad social, en particular, por la lucha entre las banderías de Canamunt y Canavall con las que se hallaba dividida la nobleza mallorquina que, a su vez, disponía de bandoleros que cometían crímenes por doquier. Todo ello, contextualizado en un momento de recesión económica, generalizada en buena parte de Europa, que favorecía el desarrollo del bandolerismo. En esta aportación, se estudia el sermón que predicó el poeta culterano Antonio Gual en la cuaresma de 1635, que le valió un largo proceso inquisitorial que se ha conservado, en el momento de máxima lucha entre las dos facciones, y en el que avisa de la corrupción de las autoridades civiles y eclesiásticas del reino ante su falta de determinación en castigar a los culpables. Del mismo modo, denuncia la simonía practicada por el obispo de Mallorca Juan de Santander en la provisión de cargos.
Mallorca during the first half of the 17th century was chatacterized by its propensity for social conflict, especially as concerns the Canamunt and Canavall factions that divided the Mallorcan nobility, with both sides utilizing outlaws to commit crimes. This conflict must be contextualized within an economic recessions affecting a good part of Europe, and which favored the development of banditry. This article studies the sermon preached by the culterano poet Antonio Gual during Lent of 1635, which resulted in lengthy Inquisitorial proceedings against him, the documentation of which is still preserved. These proceedings took place at a moment of maximum tension between the two factions and warn of the corruption of both civil and Ecclesiastical authorities of the kingdom due to their lack of effort at punishing the criminals. At the same time the sermon denounces the simony practiced by the Bishop of Mallorca, Juan de Santander, in his distribution of offices.
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