Las discusiones preoperatorias entre el cirujano, el dentista y el técnico de laboratorio determinan la localización exacta del implante basándose en la disponibilidad de hueso del soporte, en el tamaño del diente que se debe reponer, en los componentes protésicos a utilizar, y en las consideraciones sobre los tejidos blandos interproximales. Una vez determinada la localización ideal, se construye una férula quirúrgica para proporcionar una guía la cirujano y que este pueda colocar el implante en la mejor posición protésica y obtener los máximos resultados estéticos.
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