En la recuperación anestésica es imperativa una adecuada recuperación del bloqueo neuromuscular (BNM) para que el paciente tenga un control completo sobre los músculos faríngeos y respiratorios. Se necesita una TOF ratio de al menos 0,9 para excluir bloqueo residual postoperatorio clínicamente significativo.
La amortiguación de la respuesta del Tren de Cuatro (TOF) puede no ser detectada fiablemente con un estimulador de nervio periférico (PNS), hasta con un TOF ratio de 0,4. El lapso de tiempo entre la pérdida visual de la amortiguación usando un PNS hasta que el TOF ratio medido objetivamente es de 0,9, es considerado por los autores como el “período de recuperación potencialmente inseguro”, durante el cual el paciente está expuesto a una serie de riesgos como pueden ser eventos respiratorios críticos.
La neostigmina antagoniza el BNM por inhibición de la acetilcolinesterasa, lo cual aumenta la cantidad de acetilcolina en la unión neuromuscular, pero no tiene efecto en la tasa de eliminación del fármaco bloqueante. Además, su inicio de acción es relativamente lento y debido a su efecto techo, no puede antagonizar niveles profundos de BNM. La nueva droga reversora sugammmadex es, debido a la encapsulación del rocuronio que ocurre primariamente en el plasma, capaz de revertir incluso un profundo o intenso BNM administrando la dosis necesaria en relación a la cantidad de rocuronio en el organismo.
De acuerdo a la hipótesis de los autores, la duración de este período podría ser significativamente más corta con sugammadex que con neostigmina.
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