Murcia, España
La publicación del álbum visual de Beyoncé, Lemonade (2016), marcó un cambio en la carrera de la cantante. En este álbum la artista se define a sí misma siguiendo sus propios criterios, no los impuestos por la política del decoro. Sus últimas producciones muestran un giro estético en la carrera de la cantante, en la que utiliza un paradigma espacial para centralizar la experiencia afroamericana. En Lemonade, la cantante actúa en una plantación y asume un rol de poder; en “Apeshit” (2018), Queen Bey y su marido Jay-Z actúan en el Louvre y ponen de manifiesto cómo este espacio ignora la presencia artística africana en las obras mostradas; por último, en el álbum grabado en directo Homecoming (2019), Beyoncé hace uso del escenario del festival de Coachella para recrear la celebración del evento universitario afroamericano que da título al vídeo. Este artículo analiza el uso que hace Beyoncé del espacio para desestabilizar la norma impuesta, la fenomenología blanca
With the publication of her visual album Lemonade (2016), pop singer Beyoncé transformed her career. In this album the artist defines her identity according to her own parameters, not those imposed by the politics of respectability. Her later visual productions continued with this unique departure from her previous works. In asserting her aesthetic, Beyoncé engages in a visual paradigm that centralizes the African American experience. In Lemonade, the singer performs on a plantation, adopting a powerful role; in “Apeshit” (2018), Queen Bey and her husband Jay-Z dance within the Louvre, making visible how this space excludes African art from its displayed pieces, and on her live album Homecoming (2019) Beyoncé uses the space of the Coachella festival to make visible this African American college celebration. This article reflects on the artist’s employment of these settings to destabilize and contend with the imposed norm, that of whiteness.
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