Susana Galindo Menéndez, Andrés López García
Tras realizar una intubación endotraqueal, son dos las preguntas que debemos plantearnos y dar contestación a la mayor brevedad posible:
La primera, si el tubo endotraqueal (TET) está en la tráquea o en el esófago. La intubación esofágica desapercibida puede tener consecuencias catastróficas (estallido gástrico, lesiones por hipoxia, muerte).
La segunda pregunta es si hemos realizado una intubación selectiva de un bronquio o si se puede producir por la movilización del cuello. Las complicaciones son entre otras barotrauma, atelectasia y edema pulmonar por presión negativa.
Dependiendo del medio en el que el "intubador" se encuentre (extrahospitalario, quirófano, cuidados intensivos) dispondrá de diferentes métodos de confirmación: las marcas del TET, la valoración visual de la elevación simétrica del tórax, la auscultación de los ruidos respiratorios, la radiografía de tórax, la capnografía o el fibroscopio flexible son, posiblemente, los métodos más usados para contestar a una u otra pregunta.
Este estudio pretende dar una herramienta de predicción de la distancia boca-carina mediante una fórmula basada en la medición de la distancia entre referencias anatómicas.
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