Resumen de La educación como tarea

Francisco Manuel Villalba Lucas

• español

  El propio concepto de “educación” nos proporciona una doble vía de acercamiento. Por un lado, estaría “ēdŭcāre”, el cual nos plantea una educación como instrucción y formación; por otro lado “ēdūcĕre”, que pone más énfasis en la función alumbradora del proceso educativo. Desde esta doble perspectiva y apoyándonos en la consideración poliana de la educación como “ayudar a crecer”, vemos la educación como una tarea que se torna ética en la medida que, en ambos supuestos, necesita de la responsabilidad tanto del educador como del educando. El educador (padres, familia, profesionales de la educación, etc.) debe cumplir su función socializadora y alumbradora desde la responsabilidad paternofilial o profesional, para las cuales se han de preparar en todos los sentidos. El educando, por su parte, debe responsablemente hacerse cargo del interés por ser educado y por educar-se. En ello le va corresponder con la persona que está llamada a ser. En este sentido cobra importancia la educación entendida como “ayudar a crecer”, pues, en la esfera externa, iría dirigida a conseguir la socialización y la integración del individuo, como ciudadano, en un medio sociocultural atravesado por un conjunto de valores que el educando ha de conocer y respetar. Aquí, la figura del educador además adquiere la responsabilidad de ser ejemplo y modelo. En la esfera interna, desde un punto de vista más mayéutico, el educando, con la ayuda de los educadores, ha de querer alumbrar la persona que debe ser, en un movimiento de reactualización continua del acto de ser personal, a través del crecimiento personal, hasta ser la persona que se está llamada a ser. Ambas esferas conformarían así una educación integral de la persona.

• English

  The very concept of “education” provides us with a double approach. On the one hand there would be “ēdŭcāre”, which presents us with an education as instruction and training; on the other hand “ēdūcĕre”, which puts more emphasis on the enlightening function of the educational process. From this double perspective and relying on the Polian consideration of education as “helping to grow”, we see education as a task that becomes ethical to the extent that, in both cases, it requires the responsibility of both the educator and the learner. The educator (parents, family, educational professionals, etc.) must fulfill their socializing and enlightening function from the parental-filial or professional responsibility, for which they have to prepare in every way. The learner, for his part, must responsibly take charge of the interest in being educated and in educating himself. In this, he will correspond with the person he is called to be. In this sense, education understood as “helping to grow” becomes important, since, in the external sphere, it would be aimed at achieving the socialization and integration of the individual, as a citizen, in a sociocultural environment crossed by a set of values that the learner must know and respect. Here, the figure of the educator also acquires the responsibility of being an example and a model. In the internal sphere, from a more maieutic point of view, the learner, with the help of the educators, has to want to illuminate the person he should be, in a movement of continuous updating of the act of being personal, through personal growth, until being the person you are called to be. Both spheres would thus make up a comprehensive education of the person.