• El asma es una patología prevalente y crónica y la mayoría de los pacientes se deberían diagnosticar y controlar en atención primaria.
• El asma es una enfermedad heterogénea, que cursa con obstrucción variable al flujo aéreo. Se define por la historia de síntomas respiratorios, como sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos, que varían con el tiempo y la intensidad, junto con una limitación variable del flujo de aire espiratorio.
• La importancia de conocer los factores desencadenantes estriba en que las medidas para evitarlos son fundamentales en el tratamiento del asma.
• El inicio del tratamiento del paciente asmático se basará en la gravedad de esta. Los cambios posteriores de tratamiento se realizarán en base al grado de control de la enfermedad.
• La novedad más relevante en el tratamiento del asma y que supone un cambio de estrategia respecto a los últimos años es evitar el uso de los adrenérgicos beta-2 de acción corta (SABA) en monoterapia. Se recomienda utilizar las combinaciones de formoterol con corticoides inhalados (GCI) en los escalones 1 y 2.
• Las modificaciones del tratamiento se realizarán de forma escalonada, subiendo o bajando un escalón en función del grado de control obtenido.
• La educación sanitaria, basada en el conocimiento de la enfermedad, uso de inhaladores y planes de control escritos, es fundamental para el control del asma.
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