El sistema ABC ha permitido mejorar la asignación de costes a los productos al tener en cuenta de forma más adecuada las causas por las que varían dichos costes.
Con frecuencia se cometen algunos olvidos al aplicar de este sistema como no separar los costes de las actividades en fijos y variables antes de asignarlos, debiendo hacerse la asignación de forma distinta en cada uno de ellos. Habitualmente, tampoco se tienen en cuenta las prestaciones recíprocas que se producen entre las actividades auxiliares. Por otro lado, no siempre es correcto asignar todos los costes de las actividades que se prestan a nivel de lote directamente en función del número de éstos.
Las tres limitaciones u olvidos anteriores se estudian en este trabajo, proponiéndose soluciones a los mismos.
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