Antonio Soler Montoya, D. Soler Cárceles, Antonio Monserrat Delgado
La obtención de nuevas variedades de almendro ha tenido, como principales objetivos, conseguir floraciones más tardías con las que reducir las incidencias de heladas, y la autoincompatiblidad, problemas habituales en variedades antiguas. Como contrapartida, algunas de ellas presentan una menor tolerancia a enfermedades como monilia, fusicoccum, mancha ocre y otras plagas.
La disminución de materias activas en el Registro del Ministerio de Agricultura para el cultivo del almendro, junto al incremento en las superficies en ecológico, donde las materias activas para combatir estas plagas están todavía más limitadas, está complicando el manejo de algunas de ellas, que incrementan sus niveles poblacionales y generalizan los daños. Esta reducción de PF facilita también el resurgimiento de plagas secundarias, que amplía el abanico de problemas en las plantaciones.
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