Las gitanas fueros traídas a Cuba en barcos desde Europa, principalmente ancianas devenidas de las Islas Canarias. Hubo mucha migración canaria en esta isla caribeña a principios del siglo XX y la mayoría de ellas, se trasladaron a las comunidades campesinas donde llevaron el arte aprendido por sus ancestros de estas prácticas canarias de hechizos y sortilegios.
Las gitanas -en forma de manifestación sobrenatural- se aplatanaron como mismo lo hicieron los santos y ángeles protectores de catolicismo. Ellas, por ser hijas de la cesantía cristiana, tomaron el mismo camino errante que realizaban en vida. Ahora se encuentran en cada hogar cubano, siempre tras sus hijos.
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