Introducción. La esclerosis múltiple (EM) y la neurocisticercosis (NC) son dos entidades donde las manifestaciones clínicas, los hallazgos en neuroimagen y los estudios inmunológicos y serológicos no son patognomónicos ni específicos, y es fundamental una buena historia clínica y seguimiento para el diagnóstico. Casos clínicos. Dos casos que consultaron por síntomas neurológicos focales, con el hallazgo en neuroimagen de múltiples lesiones, algunas de ellas captadoras de contraste; se diagnosticó por ello, apoyado en uno de los casos por serología positiva para cisticerco, de NC, y se instauró tratamiento antiparasitario. Con la evolución clínica, una historia clínica dirigida y sobre la base de los criterios diagnósticos propuestos por McDonald para EM y por Del Brutto para NC, se diagnosticaron de EM. Conclusiones. El primer escalón para llegar al diagnóstico de EM es plantearse esa posibilidad. El diagnóstico es todavía fundamentalmente clínico, y precisa la demostración de diseminación de síntomas, o cambios en neuroimagen, en el espacio y en el tiempo. Se precisa establecer el diagnóstico diferencial con otras entidades que comparten similitudes en la clínica, neuroimagen y hallazgos de LCR. Aun con los últimos criterios propuestos para el diagnóstico de EM y NC, pueden plantearse dudas, que obligan a una interpretación cautelosa de la clínica y resultados de los estudios.
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