En el presente trabajo se analiza el humor como condición ética para la forma de ser y de pensar del devenir existencial del individuo, desde la concepción de Kierkegaard a la forma de la filosofía cinemática de los films de Woody Allen. El devenir existencial en Kierkegaard no se deriva o reduce a la lógica de una dialéctica o de las condiciones naturales, sino que depende esencialmente de la elección de sí mismo, como vínculo entre lo que se ha sido y lo que está por venir, lo cual constituye lo ético. Esta contradicción específica es el humor, como la tensión de lo trágico y lo cómico en la existencia, y en el pen-sador subjetivo de Kierkegaard, para el cual lo trágico se da cuando las pretensiones infinitas no se delimitan en la contradicción específica de la existencia individual y lo cómico se da como una relativización de las mismas, de este modo el devenir se realiza cuando en lo trágico hay un equilibrio cómico, y en lo cómico se denota el patetismo de lo trágico, dando lugar a esa condición de apertura constante de posibilidades nuevas, que permite plantearse la elección de sí mismo, como querer creer que es posible de nuevo un lazo de sentido a pesar del sinsentido de los hechos. Precisamente, la motivación de los films de Woody Allen filosóficamente, tienen que ver con esta cuestión en forma de pregunta, que se desarrolla, en general, en su obra fílmica, como la maduración de un humor, donde tragedia y comedia se relacionan recíprocamente, lo cual permite pensar subjetivamente-existencialmente como lo ha planteado Kierkegaard. En particular se analiza el planteamiento en el film de Woody Allen Melinda and Melinda del año 2004
In this paper, humor is analyzed as an ethical condition for the way of being and thinking of the existential becoming of the individual from the conception of Kierkegaard as the form of the cinematic philosophy of Woody Allen’s films. The existential becoming in Kierkegaard is not derived or reduced to the logic of a dialectic or of natural conditions, but depends essentially on the choice of oneself as the link between what has been and what is to come, which constitutes the ethical. This specific contradiction is humor, as the tension of the tragic and the comic in existence and in Kierkegaard’s subjective thinker, for which the tragic occurs when the infinite claims are not delimited in the specific contradiction of individual existence and the comic is given as a relativization of the same, in this way the becoming takes place when in the tragic there is a comic balance and in the comic the pathos of the tragic is denoted, giving rise to that condition of constant opening of new possibilities, that allows considering the choice of oneself, like wanting to believe that a bond of meaning is possible again despite the nonsense of the facts. Precisely the motivation of Woody Allen’s films philosophically has to do with this question in the form of a fundamental interrogation and it develops in general in his film work as the maturation of a humor where tragedy and comedy are reciprocally related, which allows to think subjectively-existentially as Kierkegaard has put it. In particular, the approach in Woody Allen’s film Melinda and Melinda from 2004 is analyzed
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