El trabajo se propone rescatar el valor clínico de Psicología de las masas y análisis del Yo (Freud, S., 1921c.). Tomar en cuenta los aspectos arcaicos –reprimidos– que toman en consideración la relación entre un sujeto y el entorno familiar, social o cultural. En tal sentido, aparece la tensión entre lo que Freud llama “fenómenos sociales”, vale decir, la relación entre un sujeto y su entorno familiar o institucional, y los “fenómenos narcisistas”, en virtud de los cuales el sujeto elige una satisfacción pulsional sin tomar en cuenta, o bien en contra de un reclamo familiar o social. En apoyo de este enfoque, la autora se refiere a una nota al pie que figura en Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina (Freud, S., 1920a). De la conjunción de ambos textos surge la doble disposición del aparato psíquico, en cuanto aparato individual, en busca de satisfacción personal, y en cuanto inscripto en un orden social cuyo antecedente es la familia, que le limita la posibilidad de gratificación pulsional al contexto en que está inserto. La relación del individuo con esquemas sociales está signada por el principio de obediencia (Green, A., 2001), lo cual lleva a la idealización del vínculo de autoridad, sea en la figura del conductor o de quien represente al objeto que, originalmente, queda atribuido al padre. Este objeto es sin duda idealizado. Poner en tela de juicio la importancia del objeto lleva a transferir en el análisis el vínculo con el objeto primario. Al mismo tiempo, el sujeto, en busca de su satisfacción individual, busca en el analista el sostén para poder oponerse a ese objeto idealizado. Esta situación transferencial-contratransferencial amenaza con desestabilizar al análisis, por cuanto el objeto idealizado, y desestimado, pasa a ser proyectado en el propio analista. La autora ilustra el tema con una viñeta.
One hundred years after Group psychology and the analysis of the Ego: its clinical value. This paper aims to rescue the clinical value of Freud’s Group psychology and the analysis of the Ego taking into account the archaic (repressed) aspects linked to the relationship between a subject and his/her family, social and cultural environment. In this sense, there is a tension between what Freud calls “social phenomena” –that is, the relationship between a subject and his/her family or institutional environment– and the “narcissistic phenomena” by virtue of which the subject chooses a drive satisfaction without taking into account the family or social claim, or against it. In support of this approach, the autor refers to a footnote in Freud’s work On the psychogenesis of a case of female homosexuality. From both texts emerges the double disposition of the psychic apparatus, as an individual entity in search of personal satisfaction, and as inscribed in a social order whose antecedent is the family, which limits its possibilities of drive gratification to the context in which it is inserted. The relationship of the individual with social schemes is marked by the principle of obedience (A. Green), which leads to the idealization of the bond with an authority, whether in the figure of a leader or of whoever represents the object originally attributed to the father. This object is undoubtedly idealized. When the importance of the object is questioned in the analysis, the link with the primary object is transferred. At the same time, the subject, in search of individual satisfaction, looks to the analyst for support in or der to be able to oppose this idealized object. This transferential-countertransferential situation threatens to destabilize the analysis, since the first idealized and then dismissed object is projected onto the analyst himself/herself.
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