Melahat Sedanur Macit Çelebi, Gizem Özata Uyar, Hilal Yildiran, Eda Koksal
Introducción: Este estudio tuvo como objetivo evaluar los efectos de la adherencia a la dieta mediterránea (DM) sobre las actitudes alimentarias y el apetito emocional en mujeres jóvenes de 18 a 24 años. Metodología: Se realizó un estudio transversal (n=306) en mujeres jóvenes. Se aplicó un cuestionario que preguntaba sobre características demográficas, Eating Attitudes Test-26 (EAT-26), Emotional Eating Ques-tionnaire (EMAQ) y el International Physical Activity Questionnaire (IPAQ). El consumo diario de alimentos se obtuvo de la encuesta de 24 horas, método de registro de alimentos, y se utiliza para calcular el índice de calidad de la dieta mediterránea (MAI). Los investigadores midieron el peso corporal (kg) y la altura (cm).Resultados: La mitad de las participantes (50,7%) tiene baja adherencia a la DM, moderada en 25,2% y alta en 24,2%. No existe diferencia estadística en el índice de calidad de la dieta mediterránea entre los grupos del EAT-26 (p>0,05). El estado de dieta fue mayor (28,2%) en el grupo de tendencias alimentarias desordenadas en comparación con el grupo sin tendencias alimentarias desordenadas (11,1%) (χ2=12,490, p<0,001). Las puntuaciones del total negativo fueron mayores en el grupo con riesgo a trastornos alimentarios (p=0,004).Conclusiones: La baja adherencia a la dieta mediterránea en mujeres jóvenes podría estar asociada a futu-ros problemas de salud. No se determinó ningún efecto de MAI sobre el comportamiento alimentario des-ordenado, pero se determinaron puntuaciones parciales y totales negativas de EMAQ como un componente de EAT-26. La detección temprana de la calidad de la dieta y las condiciones asociadas con los trastornos alimentarios emocionales son importante para prevenir futuros problemas de salud.
Introduction: This study aimed to evaluate the effects of adherence to the Mediterranean Diet (MD) on eating attitudes and emotional appetite in young females aged 18-24.Methodology: A cross-sectional study (n=306) was conducted on young females. A questionnaire including demographic characteristics, Eating Attitudes Test-26 (EAT-26), Emotional Eating Questionnaire (EMAQ), and International Physical Activity Questionnaire (IPAQ) was applied. Daily food consumption was obtained from the 24-hour food records and used to calculate the Mediterranean Diet Quality Index (MAI). The researchers measured the body weight (kg) and height (cm).Results: Half of the participants (50.7%) have low adherence to the MD, moderate in 25.2%, and high in 24.2%. There is no statistical difference in MAI scores between EAT-26 groups (p>0.05). The dieting status was higher (28.2%) in the disordered eating tendencies group compared to the group without disordered eating tendencies (11.1%) (χ2 =12.490, p<0.001). The scores of the negative total scores were higher in the group with disordered eating risk (p=0.004).Conclusions: Young females’ low adherence to Mediterranean Diet might be associated with future health problems. No effect of MAI on disordered eating behavior was determined but EMAQ-negative sub and total scores were determined as a component of EAT-26. Early detection of diet quality and conditions associated with emotional eating disorders is thought to be important in preventing future health problems.
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