El 30 de enero de 2020 la enfermedad COVID-19 fue declarada emergencia de salud pública internacional. El 31 de enero se confirmó el primer caso en España y casi un mes después, el 28 de febrero, se detectó el primer caso positivo en la Comunidad Foral de Navarra.Desde el inicio de los primeros casos de COVID-19 se visualizó el rastreo de casos y contactos como herramienta esencial de Salud Pública para trazar el rastro de contagios y romper la cadena de transmisión de la COVID-19.En el contexto de responder a las necesidades de todo tipo que generó la pandemia, el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN) como responsable técnico y la Subdirección de Urgencias Extrahospitalarias a nivel operativo, emprendieron activamente la detección y rastreo de posibles casos y contactos por COVID-19 en mayo de 2020, dando inicio al rastreo poblacional.La evolución en olas de alta incidencia seguidas de periodos valle y la dificultad de disponer de profesionales de Enfermería complicaron el dimensionamiento y la composición del equipo de rastreo.Los diferentes procedimientos específicos según colectivos y sus continuas actualizaciones fueron una dificultad añadida que se palió en gran medida con la formación continua en las actualizaciones de la estrategia nacional de manejo de casos y contactos actualizada de rastreo, la realización de reuniones informativas diarias y la especialización del equipo. La creación de nuevas herramientas informáticas con acceso desde la historia clínica de Atención Primaria, la automatización de procesos, la coordinación interdepartamental y con todos los intervinientes en el proceso, fueron clave para el adecuado desarrollo del equipo rastreo.
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