Gabriel Cardona Escanero, Joan Carles Ponsa, Gerard Ribas, Tomás Martínez Coronado
Los árboles y las redes filogenéticas permiten modelar la evolución de un conjunto de organismos. Usando una red (y no un árbol), en el sentido matemático del término, se pueden modelareventos evolutivos como la transferencia lateral de genes, común, por ejemplo, entre las bacterias. Esto es, en las redes, como grafos dirigidos acíclicos, se admiten reticulaciones, nodos condos aristas incidentes.Aunque la comparación entre árboles filogenéticos está bien estudiada, la situación es diferente para las redes filogenéticas. Algunas clases de redes filogenéticas, principalmente las redeshijo-árbol, se clasifican eficientemente mediante su µ-representación, que esencialmente cuenta, para cada nodo, el número de caminos hacia cada hoja. En este artículo introduciremos laµ-representación extendida, en la que el número de caminos hacia las reticulaciones también setendrá en cuenta. Esta modificación nos permitirá distinguir las redes cerezales, que son unageneralización de las hijo-árbol. Además, seremos capaces de definir una métrica en el espaciode estas redes para compararlas.Las redes cerezales, además de modelar una situación biológica particular, en términos matemáticos, son una de las más genéricas para las que puede existir (conjeturalmente) una representación similar. Una ligera relajación de la definición conduce a un problema que es tan complejocomo el de detección de isomorfismo en grafos.
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