Jordi Giné Ribó, Rafael Sánchez Trujillo
A lo largo de los últimos 35 años, los Servicios de Sanidad Vegetal de las comunidades autónomas han facilitado al agricultor la transferencia del conocimiento y tecnología para prevenir y controlar las plagas, las enfermedades y las malas hierbas. Durante este período hemos afrontado la introducción de nuevos organismos nocivos procedentes de terceros países, estableciendo estrategias de prevención y lucha en campo y viveros, con la dificultad añadida de tener que abordar la retirada continua de productos fitosanitarios por parte de la UE. Por ello, desde los Servicios de Sanidad Vegetal se ha fomentado el control integrado de plagas y la implantación de técnicas alternativas a la lucha química, a través de las Estaciones de Avisos y las agrupaciones de agricultores: ATRIAs, ATESVEs, APIs y ADVs, con la colaboración de los centros de investigación. El Pacto Verde Europeo y la estrategia Farm to Fork proponen reducir aún más la utilización de los productos fitosanitarios, lo que constituye otro gran reto que, para abordarlo, podría ser conveniente recuperar los Grupos de trabajo fitosanitario a nivel estatal con expertos de los servicios de sanidad vegetal de las Comunidades Autónomas, el ministerio de Agricultura y los centros de investigación.
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