Los terremotos han sido una constante en la historiade Chile; han dejado una huella en nuestra formade ser, son parte de nuestra memoria colectiva y denuestra identidad. Todas las generaciones sabemosque en nuestra existencia experimentaremos al menosdos o tres grandes sismos.Estos eventos naturales que azotan el territorio concierta frecuencia han tenido influencia en todas lasesferas de la vida, las artes, la política, la economía,las costumbres y la sociedad en general. Han dejadotestimonios indelebles en la geografía, por modificacióndel paisaje natural y urbano; han tenido comoconsecuencia el traslado de ciudades —como es elcaso de Concepción; han influido en la arquitecturay la construcción, que han buscado formas másseguras de edificar a lo largo de la historia e implementado rigurosas normativas para la construcciónmoderna, debido a la poca durabilidad de las edificacionesmás antiguas y las sucesivas reparaciones.También nos han ayudado a desarrollar resiliencia ysolidaridad.Las sociedades de distintas épocas han tenido lanecesidad de explicarse estos fenómenos, y lo hanhecho a partir de la mitología, la religión o la ciencia.Los pueblos originarios incorporaron en sus mitos la explicación de los terremotos. La cultura mapuche,por ejemplo, se los explicó por la lucha entre lasfuerzas del bien y el mal representado en el mito delas serpientes CaiCai y Tren Tren3, que provocaba undesorden cósmico; así, para restablecer el orden, losmapuche debían hacer ceremonias y rogativas (MuseoHistórico Nacional, 2009: 100-111).Durante la Colonia se creía que los terremotoseran un castigo divino. Pero, a partir del desarrollode la sismología en Chile desde principios del sigloxx, se han podido realizar estudios científicos que hanpermitido entender mejor su origen y su dinámica, loque ha generado la implementación de medidas destinadasa proteger y prevenir los daños en distintasesferas de la vida de la sociedad.
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