Actualmente no hay quien no reconozca el éxito económico de China, perfilado a ocupar el liderazgo mundial en próximas fechas. Es ya la segunda potencia económica, medida por su Producto Interno Bruto (PIB) y el volumen de sus transacciones comerciales. Es la gran fábrica del mundo que surte de múltiples y muy variadas mercancías al planeta. Que actualmente incrementa la creación de productos de un alto nivel tecnológico, mucho más competitivos en precio y calidad. Cada vez se acerca más a la gran potencia Estados Unidos, que a la fecha ocupa la posición número uno en el ranking mundial. Lo más interesante es que su modelo, el asiático de producción, que si bien es parecido al rápido ascenso que han experimentado otras naciones asiáticas como Japón, Corea del Sur y Singapur, entre otras, resalta por la forma como lo ha hecho. China destaca por las diversas peculiaridades que ha presentado en su trayecto y en sus resultados, pero sobre todo, por el gran volumen de su economía. A tal grado, que muchos académicos estudian su trayectoria para entender el por qué de su gran éxito y determinar si es viable para imitar por otras naciones con la intención de crecer. Para muchas naciones representa una oportunidad para colgarse de su desarrollo, y para otras más, significa una amenaza a su posición económica mundial. Sin embargo, su éxito se manifiesta en el aspecto económico, más no en el social y mucho menos el político. Tras las reformas económicas, le sucederían las políticas, que se debieran manifestarían en una considerable mejora en la calidad de vida para su población. Sin embargo, hasta ahora, eso no ha pasado. Si bien parte de su población se ha visto beneficiada de los estragos de su dinamismo, muchos otros, la gran mayoría, se mantiene en condiciones bajas de nivel de vida, lo que ha puesto en entredicho el éxito de su sistema por el gran descontento social que se acrecienta conforme se incrementan los beneficios para unos pocos mientras los demás parecieran quedarse en el olvido.
En la actual globalización, de la cual China debe su éxito, la democracia se difumina en el planeta como un instrumento para la sobrevivencia y prevalencia del capitalismo como sistema hegemónico. La cual se define como el sistema político social que sirve como el medio para canalizar el descontento social, al dar representatividad al total de la ciudadanía para la toma de decisiones de quien detente el poder a favor de todos. Fue adoptada por China para luego ser adaptada a sus condiciones particulares. En el presente texto se analiza el tipo de democracia desarrollada por el país oriental para concluir sobre si realmente se apega al concepto de democracia por todos conocidos y generalizada en occidente, pero principalmente, para medir su éxito, que, así como en lo económico, refleje resultados en el bienestar de su población. Para ello se consideran las principales características que encierra o debería hacer el concepto. Y no solamente visto como un procedimiento que a través del voto sirve para obtener su representatividad, sino el tipo de decisiones que se pueden tomar por quienes eligen para representar y, en especial, el contexto dentro del cual se desarrolla que pudiera traducirse en una mejora notable de la calidad de vida para todos. Para ello se parte de la existencia de un Estado de Derecho en el cual se garanticen los derechos básicos universales de la población con la garantía de sus respectivas libertades que permitan un adecuado desarrollo democratizador.
Currently there is no one who does not recognize the economic success of China, profiled to occupy the world leadership in the near future. It is already the second economic power, measured by its Gross Domestic Product (GDP) and the volume of its commercial transactions. It is the great factory in the world that supplies many and varied goods to the planet. That currently increases the creation of products of a high technological level, much more competitive in price and quality. Each time it is closer to the great power United States, which today occupies the number one position in the world ranking. The most interesting is that his model, the Asian production, which is similar to the rapid rise experienced by other Asian nations such as Japan, South Korea and Singapore, among others, stands out for the way he has done. China stands out for the various peculiarities it has presented in its journey and its results, but above all, for the large volume of its economy. To such a degree, that many academics study their trajectory to understand why their great success and determine if it is viable to imitate by other nations with the intention of growing. For many nations it represents an opportunity to hang on to their development, and for others, it threatens their global economic position. However, its success is manifested in the economic aspect, but not in the social, let alone the political. After the economic reforms, the policies would happen, which should be manifested in a considerable improvement in the quality of life for its population. However, until now, that has not happened. Although part of its population has benefited from the ravages of its dynamism, many others, the vast majority, remain in low living standards, which has called into question the success of their system due to the great social discontent that increases as the benefits increase for a few while others seem to be forgotten.
In the current globalization, from which China owes its success, democracy diffuses on the planet as an instrument for the survival and prevalence of capitalism as a hegemonic system. Which is defined as the social political system that serves as the means to channel social discontent, by giving representation to the total of citizenship for the decision making of those who hold power in favor of all. It was adopted by China to later be adapted to its particular conditions. In the present text the type of democracy developed by the eastern country is analyzed to conclude on whether it really adheres to the concept of democracy known to all and generalized in the West, but mainly to measure its success, that, as well as economically, reflect results in the well-being of its population. For this, the main characteristics that the concept contains or should be considered are considered. And not only seen as a procedure that through voting serves to obtain its representativeness, but the kind of decisions that can be made by those who choose to represent and, especially, the context within which it develops that could result in an improvement remarkable quality of life for all. For this, it is based on the existence of a Rule of Law in which the universal basic rights of the population are guaranteed with the guarantee of their respective freedoms that allow an adequate democratizing development.
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