El populismo y el nacionalismo suelen ir de la mano. Ambos se dirigen al pueblo en general al que le suponen una voluntad común. Sin embargo, no existe un pueblo único y mucho menos "puro". En la vida humana no existe nada que sea puro: las lenguas, las religiones, las costumbres, las culturas se han construido con el mestizaje. La propia comunidad en la que crece el populismo y el nacionalismo es plural y mestiza.
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