Resumen de La vida consagrada y sus estructuras gastadas
Una simple observación de los datos nos evidencia una situación vital amorfa, con estructuras desproporcionadas y "protagonistas" ancianos. Sigue siendo la vida consagrada en sus instituciones antiguas, numerosa. Se trata, sin embargo, de un espejismo. Los números no equivalen al potencial evangelizador, misionero y activo del carisma. El debilitamiento institucional y la consiguiente desafección en los consagrados puede abrir las puertas a una nueva pertenencia. Sin duda, más expresiva y libre. ¿Tendrá que suceder algo? ¿será necesario un revulsivo que devuelva la referencia y la identidad perdidas? La propuesta de minoridad como nuevo reto de institución que signifique es, por supuesto, un opción por la esencialidad. Una institución por y para la persona es la que se articula con poca ley y mucha vida, desde el triple principio evangélico inspirado en Francisco de Asís. En el no saber, el no tener y el no poder compartido como inspiración y estilo de vida, da a luz un vínculo de comunión, que no es artificial, ni ilusorio ni, mucho menos, aprisionador de la originalidad personal.
