Esta reflexión es el punto de vista de un historiador americanista español que, desde la investigación de su tesis doctoral, consagra su atención y su inquietud intelectual al conocimiento, análisis y comprensión de lo que España hizo en América y lo que los sectores español y anglosajón de ésta han aportado al mundo -entiéndase, el mundo occidental, en el cual España, Portugal e Inglaterra integraron a América- en el sentido creador de la política, la economía, la cultura y la sociedad. La reflexión conduce a una meta clara. España y la América española constituyen, históricamente, un destino común, que otorga una sensación de solidaridad y autoconfianza -quizá, también, de engrandecimiento- capaz de reforzar considerablemente los vínculos psicológicos de la adhesión y la unidad, valores fundamentales para la concreción de una Comunidad de Naciones. Creo que vale la pena conmemorar los quinientos años vigentes de esta posibilidad y poner la inteligencia, voluntad y conciencia en la consecución del objetivo.
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