“Al principio creó Dios los cielos y la tierra”, dice un pasaje bíblico bien conocido. Muy sencillas e ingenuas eran las nociones que acerca de la creación tenían los pueblos primitivos: para ellos la tierra era el centro del Universo, y aún más, los cielos habían sido creados para el beneficio de la tierra y sus habitantes.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados