El dolor es inherente al ser humano y nadie puede evitarlo alguna vez.
Para Nietzsche, el dolor era la vida en sí misma y, por consiguiente, algo que no había que suprimir, ni siquiera había que disminuirlo. Todo lo contrario, era la medida y la anunciación de toda Fuerza. Don Quijote recoge muchos remedios para preservar la salud, lo que demuestra los amplios conocimientos como profano de Miguel de Cervantes.
En la farmacia comunitaria, cotidianamente, tratamos múltiples consultas relacionadas con el dolor. Para dar respuesta a las necesidades de las personas desde el ámbito de la farmacia asistencial y social, la actuación se enmarca en los Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales (SPFA), concretamente en el de Indicación Farmacéutica.
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