Raymond Lucas, Ombretta Romice
Los espacios urbanos son una experiencia para todos los sentidos, pero con demasiada frecuencia el interés de académicos y diseñadores se centra únicamente en los aspectos visuales o auditivos de los lugares. ¿Quéimplica adoptar un enfoque más holístico del papel de los sentidos en nuestra experiencia del espacio urbano? Este artículo investiga distintas formas de evaluar la cualidad multisensorial de los espacios urbanos. Una tarea importante es encontrar maneras de registrar la experiencia sensorial, teniendo en cuenta su alta variabilidad e individualidad. Se describe aquí un sistema de notación de la importancia relativa, corroboración y cualidades de seis sistemas preceptuales, siguiendo la tradición del trabajo pionero de James J. Gibson (1966). Se ofrece como ejemplo de este sistema una serie de notaciones tomadas en varios espacios de Roma. Un sistema de estas características puede emplearse como ejercicio puntual, a la manera de un bosquejo, pero también tiene otras aplicaciones más amplias, como el diagnóstico de déficits sensoriales en un lugar o ruta. Esta investigación se basa en una extensa literatura, desde la fenomenología de Merleau-Ponty (1962) a la antropología ambiental de Ingold (2000, 2007a). El trabajo de James J. Gibson sobre la naturaleza contextual de la percepción (1966) es central para esta investigación, y se amplía con enfoques más literarios como los de Georges Perec (1974), Michel de Certeau, Gaston Bachelard y el ritmanálisis de Henri Lefebvre. En este estudio se ponen en práctica estas teorías más abiertas y subjetivas de la percepción ambiental, incorporándolas a un conjunto de prácticas de registro y permitiendo así que formen parte del proceso de diseño.
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