En septiembre de 1973 un Golpe de Estado en Chile instauró un nuevo orden. La interrupción de un gobierno democrático se explicó a través de las metáforas de la enfermedad: el país estaba enfermo, un cáncer corroía a la nación. Para sanarlo había que extirpar el mal de raíz, pues sólo así se alcanzaría la restauración y “reconstrucción nacional”. El lenguaje se propagó de explicaciones médicas que subrayaban la necesidad de intervenir el cuerpo individual y social. Junto a estas metáforas aparecieron las “operaciones limpieza” que apelaron no sólo a la desaparición del marxismo en su dimensión simbólica, sino también en su aspecto material, cuyo efecto más trágico fue la desaparición de miles de personas. A través de estas operaciones se intentó instaurar una nueva estética de la sociedad y sus espacios vitales, significadas desde un ordenamiento de mundo pulcro, disciplinado y ordenado, donde los elementos “contaminantes” debían ser erradicados. La democracia representativa constituía el sistema que había permitido la diseminación de la enfermedad. Por ello, había que reemplazarla.Este trabajo muestra como la prensa adoptó estos discursos que transitan entre la enfermedad del cuerpo, la rehabilitación y la difusión de las medidas preventivas en clave higiénica. La revisión se enfoca en los periódicos El Mercurio, La Tercera y la Revista Ercilla. Con todo, para comprender el uso de estas metáforas durante la dictadura, se pone atención al lugar que había tenido el cuerpo en el proyecto de la Unidad Popular, en adelante UP. Para el análisis se incorpora una aproximación a los imaginarios de la enfermedad (Sontag, 2013; Arendt 2006; Delich 1983 e Iazzeta 2013), el rol de la producción simbólica en la política (Balandier, 1994; Eco, 2015; Errázuriz y Leiva, 2013), y el vínculo entre cuerpo y juventud revolucionaria/disciplinada.
In September 1973, a coup d’état in Chile established a new order. The interruption of a democratic government was explained through the metaphors of disease: the country was sick; a cancer was corroding the nation. To cure it, it was necessary to extirpate the evil at its roots, for only in this way would restoration and “national reconstruction” be achieved. The language spread with medical explanations that stressed the need to intervene in the individual and social body. Alongside these medical explanations appeared the “cleansing operations”, whichappealed not only to the disappearance of Marxism in its symbolic dimension, but also in its material aspect, whose most tragic effect was the disappearance of thousands of people. Through these operations an attempt was made to establish an aesthetic for the new society and its living spaces, signified by a neat, disciplined and ordered world order, where the “contaminating” elements had to be eradicated. Representative democracy was the system that had allowed the spread of the disease. Therefore, it had to be replaced.This paper shows how the press adopted these discourses that moved between the disease of the body, rehabilitation, and the dissemination of preventive measures in a hygienic key. For this purpose, the newspapers El Mercurio, La Tercera and Ercilla Magazine will be reviewed. However, in order to understand the use of these metaphors during the dictatorship, attention must be paid to the place that the body had in the Popular Unity project. The analysis incorporates studies on the imaginaries of illness (Sontag, 2013; Arendt 2006; Delich 2013 and Iazzeta 2013), the role of symbolic production in politics (Balandier, 1994; Eco, 2015) and the link between body and revolutionary or disciplined youth.
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