Carlos Robles Piquer, el cuñado de Fraga no estaba en mi galería de personajes. Por una sencilla razón, que puedo contar a ustedes porque mucho antes se la dije a él: en Alianza Popular, corriendo los tiempos y las modas que corren, los hombres "de sesenta para arriba", excepto el líder Fraga, prestan mejor servicio apostando su rico currículum, su experiencia y su prudencia política, desde la ilustre trastienda "senior", que compareciendo a la luz de los focos en el escaparate. Pero se me cruzó la-apelación-urgente-de-la-noticia. La exigencia de la actualidad. A Carlos Robles, don Felipe González le había tachado de la lista de "comisariables", sin dar una explicación a nadie. Sé que don Manuel forcejeó para conseguir el nombramiento; y al fin hubo de doblegarse y entrar en el juego del adivina-adivinanza-quién-diablos-le-gustará-a-Felipe. Acertó a la cuarta: Abel Matutes. Y me fui a ver a Robles Piquer, en su despacho de la planta séptima de Génova-trece AP.
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