Al referimos a la cultura tributaria como un criterio de evaluación técnica financiera del Estado, nos remitimos a las diferentes acciones que se han tomado, ya sea por la naturaleza de los fondos que se recaudan o por el destino específico dentro del presupuesto de la hacienda pública; los programas sociales que desarrollan cada uno de los gobiernos de turno, tiende a ser un tema delicado. El retraso y la evasión en el pago de impuestos no son nuevos en el sistema de la tributación pública. La situación de la informalidad en el comercio de las diferentes ciudades del país, requiere de atención permanente. Socializar la cultura fiscal a los ecuatorianos en general debe ser una política de estado, no como acto reprensorio, si no como instrumento de elevación moral, cultural y de responsabilidad social. La no recaudación de los impuestos o la baja recaudación de los mismos impide, con facilidad desarrollar los planes establecidos, por ello es menester que los organismos de control fiscal, determinen con claridad, eficacia y eficiencia los focos de incumplimiento tributario ya sean estos formales e informales, para optimizar los procesos de recaudación fiscal.
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