Hay quien dice, y yo lo creo, que no nacemos enteros... sino que poco a poco nos vamos enterando. En las entrevistas, prefiero no tratar de entender de una vez al hombre-entero que tengo delante, y por ello le remonto a sus orígenes. Consigo así dos cosas. Que él se reencuentre consigo. Y que yo me vaya "enterando". Miguel Herrero de Miñón, al conocer mis planes, se quita la chaqueta "blezier" azul marino y, ya en mangas de camisa, se arrellana en su butacón mientras desgrana su historia, flashes de sus cuarenta y cinco años de vida...
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