Hace tres años Iberia perdía 2.500 pesetas al año por cada pasajero transportado. La cota histórica de pérdidas a que se llegó en 1982 se ha venido paulatinamente reduciendo hasta el ejercicio cerrado el pasado mes de octubre. En 1985 las pérdidas por pasajero se sitúan en apenas 750 pesetas, casi una tercera parte. Con ese "ratio" en la mano el presidente de la compañía aérea española considera posible lograr una cuenta de resultados equilibrada a partir del año próximo.
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