El progreso de Marruecos es lento, frágil pero real
- Autores: Francis Ghiles
- Localización: Notes internacionals CIDOB, ISSN-e 2013-4428, Nº. 125, 2015, págs. 1-6
- Idioma: español
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Resumen
Marruecos ha capeado las consecuencias de las revueltas árabes y destaca por su estabilidad, crecimiento económico y relativo liberalismo.
Una generación más joven de emprendedores privados está desarrollando empresas en sectores que nadie hubiera imaginado hace tan solo unos años.
Marruecos ha mejorado aún más su reputación como proveedor de seguridad. Esto incluye la seguridad religiosa, pues el país forma a imanes que luego vuelven a sus países francófonos de origen en África Occidental para predicar una versión moderada de la fe.
Las tendencias alentadoras son consecuencia directa de la liberalización de la economía.
Si Marruecos desea fomentar la creación de un sector privado autónomo fuerte, el clientelismo debe dar paso rápidamente a un tipo de toma de decisiones más moderno, capaz de estimular un dinamismo social, cultural y económico.
Muchos funcionarios tienen poca formación y están mal pagados, una receta segura para la corrupción generalizada. Y ésta se deriva de lo que solo cabe describir como un sistema dual de elaboración de leyes.
La élite administrativa tiene demasiado poder para el bien del país y ha secuestrado parte de la agenda.
