Resumen de De la CSCE a la OSCE: ¿Es el mundo actual más seguro?
La OSCE ha jugado un papel crucial en el espacio post-soviético, en materia de mediación, observación electoral, promoción de la democracia y otros aspectos.
La Guerra Fría sigue reapareciendo, no en base a un antagonismo ideológico globalizado sino en una lógica mucho más antigua: competición por el poder y la influencia en sus múltiples formas.
La persistencia de las guerras (o conflictos armados) y la dificultad de acabar con ellas seguirán siendo una componente estructural del sistema mundial.
La crítica del unipolarismo, del sistema basado en un centro de poder imperial, requerirá nuestra energía intelectual durante mucho tiempo, si en verdad queremos avanzar en la comprensión del mundo del siglo XXI.
La centralidad del actor estatal en el sistema internacional no puede darse por cerrada y su control sobre las organizaciones internacionales sigue siendo determinante.
Como actores portadores de desorden, hay que prestar especial atención a los llamados estados de facto, una novedad relativa en el sistema internacional y una amenaza recurrente a la gobernanza global.
La evidencia de fondo es que la seguridad europea, o si se prefiere, “paneuropea” es condición esencial de una mayor seguridad global.
