El XX Congreso del PCCH, que se celebró prácticamente a los cien años de su fundación en Shanghái en 1921, ha consolidado la indiscutible concentración de poder en la figura de Xi Jinping, que ejerce cada vez más un liderazgo sin contrapesos, que algunos colocan en la estela del ejercido por Mao Zedong.
El líder chino se ha hecho un traje a la medida con la elección de un Comité Central de afines y un Buró Político que son los más fieles a su liderazgo.
Su mensaje universalista de raíz confuciana desea proyectar una nueva gobernanza mundial de raíces chinas. Entre sus objetivos destacan unas Fuerzas Armadas en condiciones de combatir y ganar, una sociedad moderadamente próspera en el horizonte de 2035, un nuevo modelo de desarrollo con énfasis en la demanda interna y la innovación tecnológica, un sistema internacional multipolar y una globalización equilibrada.
Sobre Taiwán, el presidente Xi dijo que China continuará luchando contra el separatismo, cuyo objetivo es la independencia de Taiwán, y reiteró que China no renunciaba al uso de la fuerza para el logro de la reunificación.
Aunque se detecta un cierto apaciguamiento en la amplia y compleja agenda bilateral chino-estadounidense, las espadas seguirán en alto por largo tiempo.
The XX Congress of the CCP, which was held practically one hundred years after its founding in Shanghai in 1921, has consolidated the indisputable concentration of power in the figure of Xi Jinping, who increasingly exercises leadership without counterweights, which some place in the wake of that exercised by Mao Zedong.
The Chinese leader has made a tailor-made suit for himself with the "election" of a likeminded Central Committee and a Political Bureau that are the most loyal to his leadership.
Its Confucian-rooted universalist message wishes to project a new world governance with Chinese roots. Among its objectives are Armed Forces capable of fighting and winning, a moderately prosperous society on the horizon of 2035, a new development model with an emphasis on domestic demand and technological innovation, a multipolar international system, and balanced globalization.
On Taiwan, President Xi said that China would continue to fight separatism, which aims at Taiwan's independence, and reiterated that China would not renounce the use of force to achieve reunification.
Although some appeasement is detected in the broad and complex Sino-US bilateral agenda, the swords will remain high for a long time.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados