Ventas, empeños, repartos hereditarios… son algunas de las razones que explican la práctica desaparición del magnífico joyero que poseyó la reina Isabel II, el cual puede, no obstante, rehabilitarse virtualmente mediante la comparación entre documentos y retratos, como los pintados por Federico de Madrazo.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados