Jorge Antonio Leoni de León, Hazel Barahona
La definición de un platillo culinario implica la descripción de sus partes, dentro de las cuales podemos incluir los ingredientes; por ejemplo, la carne es parte de un estofado. En este sentido, los ingredientes son merónimos y, además, pueden ser objeto de una clasificación según el proceso al que están sometidos en la receta; es decir, si son mezclados, hervidos, horneados, polvoreados, cortados, etc. Así, nos avocamos a establecer y clasificar los merónimos, según estos criterios, para obtener una red de elementos con estructura propia que, como lo demostramos para el Valle Central y Limón, esbozan el perfil gastronómico de cada región y nos permiten identificar el carácter de ambas tradiciones culinarias, lo que va más allá del simple inventario de recetas.
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