Santiago, Chile
Objetivos. Determinar el efecto de la inclusión del farmacéutico clínico en el servicio de urgencias (SU) en las reconsultas durante 30 días posalta y la satisfacción de los pacientes.
Métodos. Ensayo clínico controlado, aleatorizado, paralelo y pragmático, realizado en el SU de un hospital universitario. Los pacientes reclutados fueron asignados aleatoriamente al grupo control (GC) que recibió la atención habitual o al grupo intervenido (GI) que recibió además la atención de un farmacéutico clínico, el cual se integró al equipo clínico para optimizar la selección, evaluación y educación farmacoterapéutica en el SU y al alta. El desenlace primario fue reconsultas no programadas 30 días posaltarelacionadas con la atención inicial al SU. Las diferencias entre grupos se analizaron por curvas de supervivencia de Kaplan-Meier y prueba de log-rank. La asociación entre intervención y tiempo al evento fue analizada mediante regresión multivariada de riesgos proporcionales de Cox y se expresó como hazard ratio ajustada (HRa).
Resultados. Un total de 1.001 pacientes ingresaron al estudio (GI = 500 y GC = 501). Ambos grupos eran similares, predominaron las mujeres (61,5%), edad 51 años (RIC: 33-65). La intervención redujo significativamente las reconsultas a cualquier centro durante 30 días posalta comparado con GC [25 (6,3%) vs 66 (16,7%); HRa: 0,29 (IC 95%: 0,17-0,50)] y para el mismo centro [15 (3,0%) vs 32 (6,5%); HRa: 0,46 (IC 95%: 0,24-0,87)]. La satisfacción del usuario fue mayor en el GI que GC (87,2% vs 83,2%; p < 0,05).
Conclusiones. La inclusión del farmacéutico clínico en un SU reduce sustancialmente las reconsultas durante 30 días posalta y mejora la satisfacción de los usuarios.
Objectives. To evaluate a clinical pharmacist’s inclusion in emergency department (ED) care in terms of the effect on 30-day revisits after discharge from the ED and patient satisfaction.
Methods. Randomized, controlled parallel-group pragmatic trial in a university hospital ED. Recruited patients were randomly assigned to a control group for standard care only or an intervention group to receive standard care plus the attention of a clinical pharmacist integrated into the care team to optimize the selection and evaluation of and provide pharmacotherapeutic education on the patient’s discharge. The primary outcome was unplanned revisits within 30 days after discharge because of the same complaint that led to the initial ED visit. Between-group differences were analyzed with Kaplan-Meier survival curves and log-rank tests. The association between the intervention and time to the outcome event was explored with multivariate Cox proportional hazard regression analysis.
Results. A total of 1001 patients were enrolled (intervention, 500; control, 501). Patients in both groups were similar. A majority were women (61.5%), and the median age (interquartile range) was 51 years (33-65 years). The pharmacist’s intervention significantly reduced the number of 30-day revisits to any ED: 25 (6.3%) revisited vs 66 (16.7%) in the control group. The adjusted hazard ratio (aHR) was 0.29 (95% CI, 0.17-0.50). Fifteen patients (3.0%) from the intervention group revisited the same ED vs 32 (6.5%) from the control group (aHR, 0.46 [95% CI, 0.24-0.87]). More patients expressed satisfaction in the intervention group (87.2%) than in the control group ( 83.2%) (P < .05).
Conclusions. Including a clinical pharmacist in ED care substantially reduces the number of 30-day revisits and increases patient satisfaction.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados