La mayoría de la población urbana en México no bebe agua directamente de la red pública, a pesar de contar con este servicio en su vivienda. En este trabajo se analizan algunos aspectos clave que explican esa decisión en tres zonas metropolitanas: Valle de México; Monterrey, estado de Nuevo León; y Villahermosa, estado de Tabasco. Utilizando un modelo econométrico, se estima el efecto de la satisfacción con la calidad del agua y el servicio, y aspectos socioeconómicos y locales que inciden en la decisión de beber agua de la red pública. Los resultados permiten concluir: uno, que promover la ingesta de agua de la llave proveniente de la red pública requiere implementar una regulación efectiva de la calidad del agua suministrada e incentivar un mejor desempeño; y dos, que asegurar la calidad de este servicio debe ser una prioridad de política social, dado que la población con menores ingresos tiene una mayor probabilidad de beber agua de la red pública.
Most of the urban population in Mexico does not drink tap water despite having access to that service in their homes. This paper quantitatively analyzes key factors that explain this decision in three metropolitan areas: Mexico City; Monterrey, Nuevo León state; and Villahermosa, Tabasco state. Using an econometric model, the effects of satisfaction with the quality of water and service, and socioeconomic and local aspects regarding the decision to drink tap water are estimated. The results allow us to arrive at two conclusions: firstly, that promoting the intake of tap water requires the implementation of an effective regulation of the quality of the water supplied and the incentivization of better operating performance. Secondly, ensuring the quality of water service should be a social policy priority since the population with lower incomes is more likely to drink water from the public network
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