El inicio temprano de la obesidad se asocia con una mayor probabilidad de muerte y discapacidad prematura en la adultez. El riesgo de la mayoría de las enfermedades resultantes de la obesidad depende, en cierta medida, de la edad de inicio y de su duración.
Grandes estudios prospectivos demostraron que la obesidad pediátrica y los factores de riesgo cardiovascular mal controlados contribuyen con la progresión de la enfermedad aterosclerótica en la adultez. La obesidad en adolescentes y adultos jóvenes se relaciona con hipertrofia del ventrículo izquierdo y cambios geométricos consistentes con remodelación cardíaca y disminución de la función diastólica. La dislipidemia, la hipertensión y las alteraciones del metabolismo hidrocarbonado son, a su vez, factores de riesgo cardiovascular.
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