Existe un gran volumen de evidencia que avala la importancia del tratamiento de la diabetes mellitus gestacional (DMG) para la disminución del riesgo de complicaciones perinatales, como distress respiratorio, hipoglucemia, hiperbilirrubinemia, etc. Si bien se pone el foco en la macrosomía fetal y en el condicionamiento futuro para la aparición de enfermedades crónicas no transmisibles, sabemos que el efecto puede modificarse por hábitos familiares saludables y un control metabólico óptimo.
En las gestantes con DMG es básica la programación del embarazo para evitar los riesgos de malformaciones congénitas e hipoglucemia del primer trimestre, insistiendo en la importancia del control metabólico adecuado previo a la gesta. Con optimización metabólica y uso de fármacos adecuados es posible lograr un crecimiento fetal acorde y minimizar la ocurrencia de eventos adversos.
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