En la década de 1960 Ancel Keys describió los índices bajos de enfermedad coronaria en los países bañados por el Mar Mediterráneo a partir del Estudio de los Siete Países, a pesar que se ingería una cantidad de grasas elevada, aunque a diferencia de la alimentación occidental, está conformada por grasas provenientes del aceite de oliva, de carne de cerdo y pescado y frutas secas. La ingesta de carbohidratos es menor, y es así que tanto con los ácidos grasos monoinsaturados como los poliinsaturados hay reducción del LDL y de los triglicéridos, y aumento del HDL. Estos efectos metabólicos beneficiosos son mayores en presencia de insulinorresistencia.
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