La disfunción sexual femenina (DSF) es dos veces más frecuente en las mujeres con diabetes mellitus (DM). Es causa de angustia y tiene impacto negativo en la calidad de vida. Los cuestionarios autoaplicados pueden ayudar a los profesionales y a las mujeres a identificar el problema. El estándar de oro se denomina índice de función sexual femenina (female sexual function index, FSFI), determina la función sexual de acuerdo con seis dominios que incluyen: deseo sexual, excitación, lubricación, orgasmo, satisfacción y dispareunia (dolor). Factores como los medicamentos pueden influir en la función sexual y los análisis de sangre permiten identificar problemas hormonales subyacentes.
Hay tres aspectos relacionados con la DM que afectan la sexualidad funcional en las mujeres:
1. Los problemas físicos relacionados con las relaciones sexuales, como la falta de lubricación vaginal, el dolor durante el sexo, y la falta de capacidad para lograr el orgasmo, consecuencia de valores de glucosa en sangre altos o bajos y de neuropatía autonómica.
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