¿Para qué sirve la Organización de las Naciones Unidas (ONU) si no puede parar conflictos como el de Gaza? Mientras el Consejo de Seguridad, responsable de mantener la paz en el mundo, sigue anquilosado e inoperante, más de un centenar de trabajadores de la ONU han perecido sobre el terreno entre los escombros y los disparos en la Franja. En el drama palestino se aprecian, como en ningún otro lugar, las contradicciones y paradojas de una organización que afronta con sus propias incongruencias una crisis en la que se juega su mermada credibilidad.
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