Las tribulaciones de UGT en su reciente congreso no son sino el exponente -tardío en España- de la crisis que desde hace una década embarga a los sindicatos en toda Europa. Minados por la crisis y los programas de austeridad, desconcertados por alternativas económicas conservadoras que en la práctica son aplicadas por partidos de la izquierda, los sindicatos españoles descubren poco a poco que, a medida que aumenta su "poder político" disminuye su grado de implantación social, dramáticamente reflejado en el desplome del número de afiliados.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados