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Resumen de Videovigilancia en viviendas alquiladas, uso de Google Workspace en centros educativos, lectura del contenido de un correo electrónico a los alumnos y el papel del DPD en las reclamaciones

Javier Sempere Samaniego

  • español

    Con el transcurso de los años, y la evolución tecnológica, nos hemos acostumbrado a convivir con las cámaras de videovigilancia que inundan las calles, plazas, entradas de edificios o zonas comunes de comunidades de propietarios, puesto que, en la ponderación entre seguridad y protección de datos personales, ha resultado ganadora la primera. En algunas ocasiones, sí se ha prohibido la instalación de cámaras como en vestuarios o baños. Pero ¿Y en viviendas alquiladas? ¿Puede el arrendador vigilar a sus inquilinos? Por su parte, los Centros Educativos también han evolucionado para utilizar diversas herramientas de ayuda en la labor educativa, como pueden ser el uso de tablets, pizarras electrónicas o programas, como es el caso de Google Workspace. Su utilización, que tuvo un mayor auge con la pandemia del COVID-19, no ha estado ausente de polémicas relativas al posible incumplimiento de la normativa de protección de datos personales. Siguiendo con el ámbito educativo, el personal que presta sus servicios está sometido al deber de secreto, no pudiendo revelar información a terceros, y menos cuando se trata de cómo se siente un alumno, revelando su situación a sus compañeros.

    Y más evolución se muestra, aunque desde otro punto de vista, en la figura del Delegado de Protección de Datos, convertido en un elemento esencial del responsable o encargado al que presta sus servicios, sobre los cuales recaen la obligación de hacerle partícipe en todos los temas relacionados con esta materia. De lo contrario, puede ser considerado como un incumplimiento y en consecuencia, sancionado con la correspondiente multa.

  • English

    Over the years, and with technological evolution, we have become accustomed to living with video surveillance cameras that flood the streets, squares, entrances to buildings or common areas of homeowners» associations, since, in the balance between security and protection of personal data, the former has been the winner. On some occasions, the installation of cameras has been prohibited, such as in locker rooms or bathrooms. But what about rented housing? Can the landlord keep an eye on their tenants? On the other hand, Educational Centers have also evolved to use various tools to help in educational work, such as the use of tablets, electronic whiteboards or programs, such as Google Workspace. Its use, which had a greater boom with the COVID-19 pandemic, has not been absent from controversies related to the possible breach of personal data protection regulations. Continuing with the field of education, the staff who provide their services are subject to the duty of secrecy, not being able to reveal information to third parties, and even less so when it comes to how a student feels, revealing their situation to their classmates.

    And more evolution is shown, although from a different point of view, in the figure of the Data Protection Officer, who has become an essential element of the person in charge or in charge to whom he provides his services, who have the obligation to involve him in all matters related to this matter. Otherwise, it may be considered as a breach and consequently, sanctioned with the corresponding fine.


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