Una sociedad adquiere forma gracias a su sistema de justicia. En el trabajo cotidiano de los tribunales se produce un engrudo que nos adhiere, unos con otros, de determinada manera. La maquinaria judicial es el vehículo a través del cual se define quién puede exigir a otro una conducta o una prestación, y esto tiene un impacto significativo en la distribución de poder entre los miembros de una colectividad y en la arquitectura social. Que una sociedad sea más horizontal e incluyente o más vertical y estratificada está íntimamente relacionado con el acceso y el funcionamiento del sistema de justicia. El orden social mexicano es estratificado y vertical, y presenta muchas diferencias en el trato jurídico que cada ciudadano recibe. Los altos niveles de concentración de la riqueza y la enorme distribución de la pobreza son dos de sus manifestaciones más evidentes.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados