La acción transcurre en Madrid y no en Santiago, Palacio de Rajoi, como debía ser. Tiene tres actos, tres cortes, tres escenarios. Acto primero en el Hotel Mindanao: una discusión en la que no sé si Fernández-Albor juega galaicamente a fingir que no sabe o, sencillamente, no sabe. Acto segundo: comedor reservado en el restaurante Jockey. Fernández-Albor tiene delante unas notas, un guión me parece, de lo que quiere decir. Acto tercero, más bien epílogo telefónico. Don Gerardo me hace unas preguntas comprometedoras. Sí, él a mí. Y esta periodista, por primera vez en su vida, tiene que advertir: "Presidente, todo cuanto le diga es rigurosamente off-the-record". Sí, yo a él.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados