Los franceses tienen una buena expresión, "petit homme", pero a los españoles no nos sirve. Virgilio Zapatero es un "pequeño hombre", no un hombre pequeño. Sí, es bajito y con bigotes, pero tiene una gran inteligencia, un infatigable dinamismo, una afable cordialidad, una sencillez que no necesita hacer el esfuerzo de des-solemnizarse, y una entereza de ánimo inabatible, forjada en el esfuerzo, la paciencia y la ilusión...
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